Desde el grandilocuente “¿qué querés ser cuando seas grande?”, hasta el cotidiano “¿qué comemos a la noche?”: esas preguntas son algunas de las que solemos enfrentar durante nuestra vida y que pueden (o no) ser determinantes en nuestro camino.
Ahora bien, aunque esta rutina “de preguntas” pueda parecernos de lo más común, este escenario es más difícil para personas con diferentes discapacidades intelectuales.
Aunque la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad garantiza en su artículo 19 (año 2006, ratificada por Argentina en 2008) el derecho de este colectivo a decidir cómo, dónde y con quién vivir, este es uno de los más vulnerados. Este fue el tema que rigió el Primer Encuentro Iberoamericano sobre Vida Independiente en Personas con Discapacidad, organizado en San Martín de los Andes por la Asociación Civil Puentes de Luz, la Confederación española Plena Inclusión y la Universidad Nacional del Comahue. En este, participaron 178 personas, entre profesionales, familiares, personas con discapacidad, autoridades, y el aval de 20 organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de impulsar una agenda urgente: la necesidad de políticas públicas para la vida independiente. En este intercambio, todos los participantes llegaron a la conclusión de que la vida independiente y en comunidad actualmente solo es posible con el apoyo y financiamiento de las organizaciones, de las familias, personas de la comunidad y las acciones de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) de algunas empresas.
Debe trabajarse en el reclamo de políticas públicas que garanticen la posibilidad de ejercer el derecho a una vida plena.
Crédito de la fotografía: Tiempo Argentino