En la jornada escolar, el recreo es el momento en el que la interacción con los demás es mayor y donde las habilidades sociales, especialmente las vinculadas a la comunicación, se ponen en juego en mayor medida.

Para los y las niñas con Trastorno del Espectro Autista ( TEA), Trastornos Específicos del Lenguaje ( TEL), TDAH ( Trastorno de Atención e Hiperactividad) estos momentos suelen causar problemas y, entre otras cosas, se pueden presentar: Conductas disruptivas, conductas estereotipadas, mayor aislamiento o ausencia de juego.

Tal como se plantea en el Portal “Planeta Fácil” (link hacia la nota), los patios inclusivos se consideran un “gran invento educativo ya que “vela porl derecho del alumnado”.

“Son proyectos con los que se crean espacios de juego conjunto a diferencia del patio de colegio tal y cómo lo conocemos” (Planea Fácil).

Algunas de las diferencias respecto de los patios tradicionales pueden enmarcarse en las siguientes:

Es posible encontrar juegos diversos para todo tipo de personas. Hay plantas, también hay arena para jugar. Se pueden encontrar sillas y mesas para sentarse y el terreno suele ser de un material blando para evitar lastimaduras.

Estos patios están pensados para que el momento del recreo, donde suelen llevarse adelante la mayor parte de las interacciones, sea un espacio y un momento para todas las personas. Y en el que, dada sus características, sea posible una mayor participación y disfrute.

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