Hoy es 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, y nos parece muy importante hablar acerca de este tema, sobre todo en las personas con discapacidad.
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Hoy es 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, y nos parece muy importante hablar acerca de este tema, sobre todo en las personas con discapacidad.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2020 más del 80% de las personas con alguna enfermedad grave no tuvieron asistencia. Esto se debe, entre otras cosas, a la escasa inversión en el área, la dependencia de la hospitalización de larga duración cuando la mayoría de los problemas de salud mental pueden resolverse con atención en la comunidad; la escasez crónica de personal de salud mental capacitado; y el acceso reducido a los servicios para las personas que viven en situaciones de vulnerabilidad.
Frente a esta situación, la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la OPS brindó algunas recomendaciones para mejorar la atención de esta problemática, entre ellas se encuentran elevar la salud mental a nivel nacional y supranacional, integrar la salud mental en todas las políticas y aumentar la cantidad y mejorar la calidad del financiamiento para la salud mental.
El 25 de noviembre de 2010, nuestro país sancionó la Ley Nacional de Salud Mental N°26.657, que finalmente se reglamentó en 2013, y que plantea un cambio de paradigma en la concepción de la salud mental ya que propone pensar a las personas con algún padecimiento como sujetos de derechos y no como objetos se tutela o pacientes a rehabilitar.
Los invitamos a reflexionar acerca de esta importante cuestión, y a pensar cómo producir un cambio positivo en la comunidad. El primer paso será revisar y modificar nuestras propias actitudes en relación a los estereotipos y prejuicios que estigmatizan a las personas con padecimiento mental.
