Enviar una idea Enviar un conocimiento Enviar un evento

La Brecha digital y las personas con discapacidad

El artículo de Gustavo Fulco aborda la brecha digital como un desafío crucial para las personas con discapacidad en la era tecnológica. Aunque la tecnología ha facilitado nuevas formas de comunicación y productividad, muchas plataformas digitales no son accesibles, excluyendo a este colectivo. El concepto de “brecha digital” no solo se refiere al acceso a dispositivos y conexiones a internet, sino también a la falta de un diseño inclusivo en el software, lo que impide la participación autónoma de las personas con discapacidad. Agradecemos el aporte de Gustavo para profundizar en las problemáticas y retos que nos presenta este tema.

Contacto: Gustavo Fulco
Organización: Universidad Favaloro, Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Lugar donde se desarrolla: Argentina


    Ilustrativa

    Sumario

    El artículo aborda la brecha digital como un desafío crucial para las personas con discapacidad en la era tecnológica. Aunque la tecnología ha facilitado nuevas formas de comunicación y productividad, muchas plataformas digitales no son accesibles, excluyendo a este colectivo. El concepto de “brecha digital” no solo se refiere al acceso a dispositivos y conexiones a internet, sino también a la falta de un diseño inclusivo en el software, lo que impide la participación autónoma de las personas con discapacidad.

    En el mundo digital, la invisibilidad de este grupo se acentúa cuando las plataformas no cumplen con los estándares de accesibilidad, ignorando tecnologías asistivas como lectores de pantalla o teclados adaptados. A pesar de normativas como las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG), su implementación sigue siendo insuficiente. La tecnología, en lugar de ser una herramienta de inclusión, muchas veces perpetúa la exclusión.

    Referencias a autores como Yuval Noah Harari y Ray Kurzweil destacan que, aunque las tecnologías avanzan, estas deben diseñarse teniendo en cuenta la diversidad de capacidades. El artículo concluye que el “Diseño Universal” es clave para asegurar que la tecnología sea accesible para todos, promoviendo una verdadera inclusión digital.

    La Brecha Digital y las Personas con Discapacidad

    Retos y oportunidades en la era de la Inclusión tecnológica

    Doctorando Mg. Gustavo Fulco

    En la actualidad, la tecnología ha transformado la manera en que interactuamos, trabajamos y participamos en la sociedad, el software, nos interpela en cada uno de nuestras acciones e interacciones con los entornos. Desde plataformas de redes sociales hasta herramientas de educación en línea, el acceso a la tecnología ha facilitado nuevas formas de comunicación y productividad. Sin embargo, este acceso no está distribuido de manera equitativa, desde una perspectiva que permita a toda la sociedad en su conjunto, como es su derecho, acceder de forma autónoma a la información y el entretenimiento. Para millones de personas con discapacidad, la barrera de acceso digital representa un desafío constante, perpetuando una exclusión social en un mundo que cada vez depende más de lo digital.

    El término brecha digital ha sido comúnmente utilizado para describir la diferencia en el acceso y uso de tecnologías de la información entre diferentes grupos sociales. Si bien, esta brecha puede estar motivada por factores socioeconómicos y educativos, en el caso de las personas con discapacidad, el problema se agrava debido a la falta de accesibilidad tecnológica en las plataformas digitales, entendiendo que la problemática no se basa solo en la falta de acceso a dispositivos o conexiones a internet, sino también la falta de un diseño inclusivo en el software, aplicaciones y páginas web que permita a todos los usuarios, independientemente de sus capacidades, vincularse y utilizar las plataformas de manera eficaz y autónoma.

    En mi investigación doctoral “El modelo fantasma de discapacidad. Características de la desidia gubernamental y la invisibilización de las personas con discapacidad” (2023), exploro cómo la sociedad sigue tratando a las personas con discapacidad como si fueran “fantasmas”, entes inexistentes. Este concepto hace referencia a la invisibilidad sistémica que enfrentan las personas con discapacidad, quienes son frecuentemente ignoradas en el diseño de políticas públicas, productos y servicios. Aunque este modelo se aplica a diversas esferas sociales, como la educación o el transporte, tiene especial relevancia en el mundo digital, donde las personas con discapacidad se encuentran, en muchos casos, excluidas de la participación plena.

    La invisibilización de la discapacidad en el mundo digital se refleja cotidianamente en las plataformas que no cumplen con los estándares mínimos de accesibilidad, un alto porcentaje de los sitios web no son compatibles con lectores de pantalla, impidiendo que las personas con discapacidad visual naveguen de forma autónoma. Las personas con discapacidades motrices también encuentran dificultades vinculadas a la interacción con interfaces que no permiten el uso de tecnologías de asistencia, como teclados adaptados o controladores de seguimiento ocular, estos barreras no están solo determinadas por son simples errores de diseño o problemas de presupuesto, son el reflejo de un sistema que no considera a las personas con discapacidad como una parte integral de la sociedad digital y su principal problemática es la educación.

    Dentro del “Modelo Fantasma”, uno de los temas que abordo es la falta de consideración digital que perpetúa un sistema de exclusión estructural convirtiendo a las personas con discapacidad en “entes invisibles sin derechos” en el ámbito web. Las plataformas, aunque universales en apariencia, no tienen en cuenta las diferentes necesidades de accesibilidad, lo que determina la segregación de este grupo, siendo la sociedad, el mayor factor de ignorancia de los derechos de las personas con discapacidad por falta de educación y concientización.

    Esta desidia que se manifiesta claramente en el diseño de plataformas digitales, las cuales no son accesibles para todos, aun mas allá de las legislaciones que así lo dispongan, está respaldada por la inoperancia gubernamental que, a pesar de que existen leyes y normativas internacionales que promueven la accesibilidad digital, no se cumplen, como las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG) promovidas por el World Wide Web Consortium (W3C), su implementación es a menudo insuficiente.

    Yuval Noah Harari, en su libro “Homo Deus” (2015), examina cómo la tecnología ha permitido al ser humano superar muchas de sus limitaciones biológicas, siendo una herramienta crucial en la evolución de la humanidad, ampliando nuestras capacidades y permitiéndonos realizar tareas que antes parecían imposibles, comprender esto en el mundo de las personas con discapacidad es crucial para vislumbrar la relevancia de la accesibilidad web en el desarrollo cognitivo, conductual y profesional actual. En este sentido, las personas con discapacidad enfrentan una tiple barrera: primero, el lidiar con las limitaciones impuestas por sus condiciones, segundo, el convivir con las barreras sociales que son determinantes para su calidad de vida, y por último, la falta de acceso a tecnologías que podrían ayudarles a superar las anteriormente mencionadas.

    Harari en “Nexus” (2024) argumenta que, los sapiens regimos el mundo que habitamos, no por que seamos muy sabios, sino por nuestro sentido de cooperación grupal flexible y comunicación, hecho determinante si usáramos estas herramientas para generar una convivencia natural entre la población humana, la cual mediada por la tecnología podría evolucionar en una especie mejorada. En el mundo actualmente se estipula que hay 1.000 millones de personas con discapacidad, que en muchos casos está siendo dejada atrás, a pesar de los avances tecnológicos, siendo despojados de mejoras significativas en el acceso a la tecnología digital y la vinculación con el conociemiento. En lugar de ser una herramienta de inclusión, la tecnología, cuando no se diseña teniendo en cuenta la accesibilidad, se convierte en un mecanismo de exclusión.

    Los avances en inteligencia artificial (IA) y algoritmos de aprendizaje automático han permitido crear interfaces de usuario cada vez más intuitivas para la mayoría de los usuarios, pero muchas de estas interfaces todavía, no consideran las necesidades de las personas con discapacidad. Sin embargo, los softwares de (IA) han adquirido una gran relevancia como herramientas inclusivas, transformando de manera significativa sus oportunidades de comunicación, movilidad, accesibilidad y participación en la vida cotidiana. Gracias a la capacidad de estas nuevas tecnologías para procesar grandes volúmenes de datos, reconocer patrones y adaptarse a las necesidades específicas de los usuarios, se han convertido en una aliada para superar barreras que antes eran insalvables en áreas como la educación, el trabajo, la atención médica y la vida social.

    Otro interesante concepto a analizar es el de “Convergencia Cultural y Social” propuesto por Henry Jenkins en su libro “Convergence Culture: Where Old and New Media Collide” (2006), donde describe, anticipándose a la explosión de las redes sociales, cómo las tecnologías digitales han transformado la forma en que producimos, consumimos, compartimos cultura y como estas nos interpelan transformando los ambientes en los cuales convivimos. En este nuevo entorno cultural, las plataformas digitales desempeñan un papel central en la creación de comunidades, la difusión de ideas y la participación social. Sin embargo, si estas plataformas no son accesibles, pueden convertirse en espacios de exclusión para ciertos grupos, como las personas con discapacidad, determinando la expansión de sus vínculos sociales a una reclusión unipersonal que lleva al aislamiento social.

    La convergencia cultural entendida por Jenkins, con bases en los conceptos de Ithiel de Sola Pool (1983), implica que la participación en la cultura contemporánea está cada vez más mediada por las tecnologías digitales. Las redes sociales, las plataformas de contenido audiovisual y las comunidades en línea son los principales medios a través de los cuales interactuamos con el mundo y con los demás.

    Jenkins, entiende a esta convergencia cultural a través de dos ejes: el primero es el rol del prosumer (posibilidad de producir y consumir contenido en el mundo digital), y el segundo eje está integrado por la cultura participativa (mayor acceso en la circulación de contenidos realizados por los prosumers a partir de la convergencia de medios) y la inteligencia colectiva (la posibilidad de construir un conocimiento superador integrando el conocimiento parcial de cada uno de los integrantes de un grupo o comunidad). Cuanto quedan aisladas las personas con discapacidad de esta interacción transcendental para entender la nueva dinámica comunicacional del mundo digital, si no pueden siquiera acceder a la vinculación con las plataformas por falta de accesibilidad y software adaptado, es totalmente determinante. El análisis que propone el autor, nos lleva a reflexionar sobre la relación entre tecnología y cultura, en una sociedad cada vez más digitalizada, la accesibilidad no es solo una cuestión técnica, sino también una cuestión cultural.

    Otra perspectiva interesante para entender a las nuevas tecnologías y su impacto en las sociedades es la que propone Ray Kurzweil, inventor, futurista y ex director de ingeniería en Google, reconocido por sus aportes en el campo de la inteligencia artificial (IA), la biotecnología y el transhumanismo. El autor desarrolla ideas sobre cómo la tecnología puede mejorar la vida de humana, en especial las personas con discapacidad, muchas de las cuales están conectadas a sus predicciones sobre el crecimiento exponencial de la capacidad tecnológica vinculada al desarrollo de la especie.

    Kurzweil autor de varios libros de gran impacto mundial, es reconocido entre otras, por su idea de la “Ley de Retornos Acelerados”, donde propone que la velocidad de los avances tecnológicos aumenta de manera exponencial a medida que nuevas innovaciones se basan en las anteriores y se retroalimentan. Vinculado a la discapacidad, en un futuro cercano las personas podrán beneficiarse de tecnologías mucho más avanzadas que las que existen hoy, mejorando su calidad de vida mediante las innovaciones en IA, nanotecnología y biotecnología pudiendo superar las limitaciones físicas y cognitivas humanas, eliminando en algunos casos, la discapacidad misma. Un ejemplo de esto es lo que propone en su libro “The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology” (2005),  donde Kurzweil afirma que, gracias a este crecimiento exponencial, las personas con discapacidad tendrán la posibilidad de mejorar no solo su calidad de vida, sino también sus capacidades físicas y mentales, mediante el uso de prótesis inteligentes, interfaces cerebro-máquina y tecnologías de rejuvenecimiento celular.

    Otros de los interesantes puntos que Kurzweil propone en sus predicciones (las cuales alcanzan un porcentaje de acierto superior al 75% en las últimas décadas), sugiere que entendamos a estos nuevos dispositivos impulsados por inteligencia artificial como la herramienta que permitirá adaptarse a los patrones cerebrales individuales, permitiendo a las personas con discapacidad superar las limitaciones físicas. El autor propone en su texto, “How to Create a Mind: The Secret of Human Thought Revealed” (2012) entender a la nueva era digital como una evolución que, eventualmente, permitirá a las tecnologías cerebrales, que las personas accedan a toda la información de manera instantánea, simplemente conectando su cerebro a la nube.

    El enfoque que propone Kurzweil sobre la nanotecnología medica es ampliamente discutido y genera mucha controversia, pero en muchos casos ya es una realidad que permite encontrar respuestas medicas a condiciones hasta el momento determinantes para muchos humanos.  La regeneración de tejidos y la reparación de órganos a través de los nanobots,  puede representar a futuro para las personas con discapacidades físicas, como las que han perdido extremidades, el  beneficio inimaginable de regenerar tejido dañado o incluso reemplazar partes del cuerpo con versiones tecnológicamente mejoradas.

    Kurzweil es famoso por su concepto de la Singularidad tecnológica, una nueva era de la humanidad donde la inteligencia artificial, superará millones de veces la capacidad cognitiva humana y desencadenará cambios transformadores en la sociedad, desde esta teoría podemos interpretar que, uno de los efectos más significativos de la Singularidad sería la eliminación de muchas formas de discapacidad de la mano del desarrollo tecnológico combinado con las NBIC (Nano, Bio, Info y Cogno tecnologías).

    Si entendemos socialmente que el software esta implícito en cada uno de nuestros comportamientos, como una producción cultural y social, mediados por la tecnología y sus desarrollos, porque no podemos entender como sociedad, que las herramientas de acceso y vinculación con las que interactúa todo el mundo, deben de tener incorporado un softwate de accesibilidad para personas con discapacidad,

    Desde la comprensión contemporánea del negocio digital, tampoco es entendible el aislamiento de las personas con discapacidad, de la datificación y la lectura de su tráfico de comportamiento a tanta masa de gente, entendiendo que, el número de público objetivo segregado es muy alto y las monedas del mundo digital son la atención y los datos, materias primas que desvelan a toda plataforma o influencer y en la actualidad, tienen más peso específico que el dinero tangible. Lev Manovich, en su obra “The Language of New Media” (2001), subraya la importancia del software como medio para la producción cultural y social no es solo una herramienta técnica, sino también una estructura que define cómo interactuamos con el mundo, y su diseño (software), no es neutral, refleja los valores, prioridades y suposiciones culturales de quienes lo crean. Las plataformas digitales que no integran características de accesibilidad desde su concepción perpetúan una forma de exclusión que está profundamente arraigada en la cultura del software.

    El software, como herramienta, tiene el poder de incluir o excluir a las personas, dependiendo de cómo se diseñe y el diseño del mismo, no es un proceso aislado, sino que está influenciado por factores económicos, políticos y sociales. Si las plataformas digitales no son accesibles para las personas con discapacidad, esto no es simplemente un problema técnico, sino un problema cultural. La falta de accesibilidad refleja una cultura que no valora o no considera las necesidades de las personas con discapacidad.

    Actualmente, el poder de las redes sociales en la vinculación social radica en su capacidad para conectar a individuos y comunidades, superando las barreras geográficas, temporales y de accesibilidad. Las plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y TikTok han permitido a las personas mantener rvinculos más estrechas, crear redes de apoyo y facilitar la cooperación entre grupos diversos. Ellison, Steinfield y Lampe (2007), demostraron que estas plataformas ayudan a fortalecer el capital social, especialmente el capital puente, que conecta a personas de diferentes contextos sociales y fomenta el acceso a nuevas oportunidades, generando así, vínculos que trascienden las distancias, interacciones rápidas y creando nuevos modelos de negocio. Así mismo, las redes sociales promueven un sentido de pertenencia y cohesión en comunidades, construcción de identidades, intercambio de conocimiento, y hasta apoyo emocional, generando tendencias e incorporando nuevos lenguajes que transforman al ecosistema social.

    Para reducir la brecha digital que enfrentan las personas con discapacidad, es necesario adoptar un enfoque proactivo en el diseño de plataformas y software accesibles, utilizando el concepto de “Diseño Universal” que propone la creación de productos, entornos y servicios que sean utilizables por todas las personas, independientemente de sus capacidades. En el ámbito digital, esto significa que las páginas web deben ser diseñadas teniendo en cuenta una amplia gama de usuarios, incluidas las personas con discapacidades.

    El Diseño Universal no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que también mejora la experiencia de usuario en general, vinculado a la utilización de, por ejemplo, los subtítulos en videos, que no solo son útiles para personas con discapacidad auditiva, sino también para usuarios que no pueden escuchar el audio en un momento dado o la incapacidad de interpretación cognitiva por la brecha educativa. De igual manera, los sitios web que son navegables con teclado no solo benefician a las personas con discapacidades motrices, sino también a usuarios que prefieren utilizar atajos de teclado para navegar de manera más eficiente. Todas estas herramientas incrementan la posibilidad de navegación autónoma y proporcionan acceso democrático al conocimiento, como lo determinada la legislación en la Argentina.

    “Una sociedad verdaderamente inclusiva no es aquella que solo ofrece ayudas ocasionales, sino la que construye entornos accesibles que permitan a todas las personas participar plenamente en igualdad de condiciones.”  Palacios, A. (2008)

    Referencias Bibliográficas:

    • Boyd, D. M., & Ellison, N. B. (2007). “Social network sites: Definition, history, and scholarship”. Journal of Computer-Mediated Communication, 13(1), 210-230.
    • Ellison, N. B., Steinfield, C., & Lampe, C. (2007). “The benefits of Facebook “friends:” Social capital and college students’ use of online social network sites.” Journal of Computer-Mediated Communication, 12(4), 1143–1168. https://doi.org/10.1111/j.1083-6101.2007.00367.x
    • Harari, Y. N. (2015). Homo Deus: A Brief History of Tomorrow. HarperCollins Publishers.
    • Harari, Y. N. (2024). Nexus. (Libro futuro).
    • Jenkins, H. (2006). Convergence Culture: Where Old and New Media Collide. New York University Press.
    • Kurzweil, R. (2005). The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology. Viking Penguin.
    • Kurzweil, R. (2012). How to Create a Mind: The Secret of Human Thought Revealed. Viking Penguin.
    • Manovich, L. (2001). The Language of New Media. MIT Press.
    • Palacios, A. (2008). El Modelo Social de Discapacidad: Orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. CERMI.
    • Pool, I. de S. (1983). Technologies of Freedom. Harvard University Press.
    • W3C (World Wide Web Consortium). (2018). Web Content Accessibility Guidelines (WCAG) 2.1. https://www.w3.org/WAI/WCAG21/

    Afiliación institucional: Universidad Favaloro, Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

    Autor: Doctorando Mg. Gustavo Fulco

    Títulos: Especialista en Comunicación Institucional y Discapacidad

    • Doctorando en Discapacidad- Universidad Favaloro
    • Maestría en Gestión de la Comunicación de las Organizaciones – Universidad Austral.
    • Licenciado en Periodismo – Universidad Abierta Interamericana.
    • Bibliotecario Nacional – del GCBA.

    Institución: Profesor Universidad Argentina de la Empresa (UADE)

    Ciudad: Buenos Aires

    País: Argentina

    Correo: gustavofulcoprensa@gmail.com

    Redes: @gusfulco