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IMPACTO COVID 19 EN MODALIDAD DE ATENCIÓN DE CASABELLA

El Centro Casabella es un centro de rehabilitación especializado en niños y adolescentes que presentan desafíos intelectuales y del desarrollo. En el contexto de pandemia de coronavirus se debió modificar la modalidad de los servicios de apoyo. Se suspendieron los apoyos presenciales y se implementó el sistema de teleasistencia a través de diferentes plataformas. Las dificultades estuvieron relacionadas con falta de espacio en el hogar, problemas para acompañar al niño, pobre conectividad y características conductuales del concurrente. En esos casos se hizo seguimiento telefónico para contención y acompañamiento. Con el regreso de la presencialidad muchas familias optaron por continuar con la modalidad de atención virtual, por lo cual se creó un dispositivo especializado de teleasistencia.

Contacto: Karen Revelli
Organización: Centro Casabella
Lugar donde se desarrolla: Buenos Aires, Argentina

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    imagen ilustrativa

    El Centro Casabella es un centro de rehabilitación de prácticas ambulatorias especializado nivel 1, para niños y adolescentes que presentan discapacidad intelectual o del desarrollo. En el contexto de la declaración de la pandemia de coronavirus por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se establece en marzo de 2020 el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).

    Durante el ASPO se suspendió la atención presencial y se implementó el sistema de teleasistencia a través de la plataforma Zoom y, en los casos en que las familias no accedieran a ella , vía videollamada por WhatsApp. Como modos complementarios de comunicación y envío de material, se utilizaron el correo electrónico y mensaje de texto. Se elaboró un encuadre específico para la creación y sostén de la modalidad virtual. 

    Desde dirección técnica se estableció que una sesión, en el encuadre de teleasistencia, correspondía a la acción realizada por parte de un profesional cara a cara con el asistido, sea este el niño/a o familiar, mediante video (en cualquier plataforma), validada con el registro correspondiente, con una duración máxima de 40 minutos (igual que en los casos presenciales). 

    Luego de un mes de la implementación de teleasistencia se decidió centralizar toda la información en la plataforma Clasroom (de Google) para agilizar y mejorar la recepción y envío de material y la comunicación profesional/familia/niño. Para la realización de las videollamadas se utilizó Meet (de Google).  

    En general los referentes familiares de los concurrentes se mostraron predispuestos y receptivos a continuar  los apoyos con modalidad de teleasistencia. De acuerdo con el relevamiento realizado con los profesionales la no implementación de la teleasistencia estuvo relacionada con:

    • falta de espacio en el hogar para garantizar su privacidad
    • negativa o dificultad de los padres para acompañar al niño (falta de disponibilidad emocional, paciencia, sobrepasados de responsabilidades y exigencias)
    • falta de acceso a la tecnología, dispositivos o conectividad
    • características del niño/a o joven que hacía difícil el realizar la teleasistencia

    Con las familias que no realizaron teleasistencia se hizo seguimiento telefónico, desde el área de coordinación y trabajo social, para contención y acompañamiento, teniendo en cuenta el contexto de encierro de las familias y las dificultades que aparecieron en muchos de los concurrentes.

    En cuanto a las dificultades de los concurrentes que realizaron teleasistencia, se relacionaron con la definición del encuadre dentro del hogar, la falta de dispositivos para el total de integrantes del mismo,  superposición de horarios y compromisos que sobrecargaron las funciones de los  cuidados parentales, falta de conectividad, dificultades para sostener la permanencia frente al dispositivo (por diferentes razones como elementos de distracción o rutinas familiares disruptivas), dificultad para conseguir los materiales solicitados (generando creatividad o molestias y reclamos), problemas en relación a espacios disponibles o dificultades en la relación de los convivientes.

    En base a estas dificultades cada caso fue evaluado para abordarlo de la forma más adecuada a la situación y contexto familiar.  Se trabajó desde supervisión con los terapeutas y con las familias brindando estrategias y recursos. Se realizó seguimiento junto al área de psiquiatría para acompañar el proceso de transición hasta el momento de regresar a la actividad presencial.

    El encuadre se trabajó desde la supervisión y desde los profesionales, con indicaciones específicas sobre las necesidades a la hora de trabajar en la teleasistencia. Se anticiparon pedidos de organización de las sesiones, a modo de recordatorios.

    En relación a los problemas de conectividad se diversificaron los medios: VC por plataforma zoom, por whatsapp, envio de material por class, por whatsapp o por mail… dependiendo de lo que el dispositivo familiar a disposición permitía. Se dio apoyo para buscar la mejor alternativa, sea de medio de acceso o de modificación del día/horario.

    La capacitación profesional se fue construyendo a medida con la experiencia de la puesta en práctica de la teleasistencia, en el uso de la tecnología y el modo de comunicación y seguimiento con las familias, permitiendo una comunicación más fluida. La contención y el seguimiento del trabajo de los profesionales fue intenso, a través de reuniones por zoom y/o, videollamadas y mensajes de whatsapp.

    Con el regreso de la presencialidad muchas familias optaron por continuar con la modalidad de atención virtual. A partir de la experiencia se consolidó el área de teleasistencia con profesionales capacitados formalmente y medios tecnológicos adecuados para dar respuesta a la creciente demanda de apoyos no presenciales.

    Este trabajo ha sido presentado en  las XI Jornadas Científicas Internacionales de Investigación sobre Personas con Discapacidad